“…y les dió de comer…” San Juan 6:1-15
A simple vista, a menudo, la necesidad parece ser más grandes que los
recursos.-
Cinco panes y dos peces. Parece ser un recurso insignificante para una
multitud, Sin embargo puestos en las manos de alguien que realmente sabe qué
hacer con ellos, fueron extraordinariamente multiplicados. El Señor no
necesitaba de los panes y los pececillo para darles de comer. Solo quiso
ejercitar la fe de ellos.
Pensemos cuantas veces, el Salvador suplió nuestras necesidades de una
manera sorprendente.
Vivimos en una sociedad en donde el consumismo pretende suplir todas las
necesidades, pero, sin embargo el corazón del hombre está cada día más solo y
confundido. Creen que con muchas tarjetas de plástico se pueda comprar la
felicidad.
Solo Dios tomando lo poco del hombre y su fe puesta en Él, transforma su
destino, dándole sentido y la comida espiritual que llenará cada día haciéndolo
caminar tomado de su mano.
SALMO 18 “Te amo, Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo
mío, mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo y la
fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Invocaré a Jehová, quien es
digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos. 6 En mi angustia
invoqué a Jehová y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su Templo y mi clamor
llegó hasta sus oídos.”
Es en ese Dios que confiamos y
esperamos.
Hoy como ayer, Él te pregunta ¿Qué tienes? Yo soy tu proveedor y esperanza.
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